Mis 30 años con Fidel
Este ha sido el año de Fidel en Cuba. Primero por su muy sonado 90 cumpleaños, y segundo porque tres meses después se murió. Los locutores de la televisión deben estar que cierran los ojos de noche y sienten el eco de su nombre repicándoles el cráneo, y la gente, toda la gente, también.
Por eso yo iba a pasar del asunto, por respeto al derecho del internauta a leer cosas que no tengan que ver con Trump y con Fidel, pero entonces se hizo domingo y me aburrí.
Yo nací en 1986 y ya estaba muerta Ubre Blanca. La vida real en Cuba era más jodida en la concreta que en los discursos de un Fidel Castro canoso.
En los 30 años que tengo siempre fue viejo Fidel; siempre pudo morirse “en cualquier momento” por causas bastantes naturales, de modo que no me sorprendió la noticia de su muerte, como no creo haya sorprendido a nadie sobre la faz de la Tierra.
En mi barrio Fidel nunca fue precisamente el héroe de los chistes populares y nadie se alegraba demasiado tras la inminencia de alguno de sus discursos en las noches con 2 canales de televisión: las mujeres preferían aprovechar el alumbrón para ver el rostro del galán de la telenovela, y los hombres la película del sábado, por muy recontra malísima que estuviera.
Teóricamente había que odiarlo o amarlo, pero allí siempre fue posible sobrevivir ajeno a la dicotomía: la gente tenía la extraña costumbre de guardarle el cariño a sus hijos y el rencor al vecino enemigo que alguna vez le frustró la venta ilegal de croquetas de yuca mediante la polémica práctica del chivatazo cederista.
Durante los últimos 30 años, además, no recuerdo haber escuchado de la boca de Fidel noticia alguna que me pareciera suficientemente alentadora, ni haber descubierto en su rostro la expresión con qué vibrar para siempre en sintonía. No a través de una imagen en colores. (Más …)
Alberto Junior Hernandez Morales 5:03 pm el 12/12/2016 Enlace permanente |
totalmente identificado. Solo para reirnos un poco hay un rumor de que el carro donde iba Fidel se rompio cerca de santiago y hubo q bajarse a empujar.
cmkx1938 8:50 pm el 12/12/2016 Enlace permanente |
«Yo, al saber de su muerte, no sentí alegría ni desconsuelo, ni angustia por el futuro, o esperanza en que una Cuba mejor se aproxima sin su apellido. Sentí lo mismo que seguramente hubiese sentido él al conocer la noticia de la mía. Así de justa fue nuestra relación.» En este solo párrafo se resume todo. Muy bien.
yo 9:21 pm el 12/12/2016 Enlace permanente |
Al fin el alguien que escribe lo que piensa!!!
José Collantes 2:38 am el 13/12/2016 Enlace permanente |
Buena la reflexión de este niño de 30 años que parece no haber sido «pionero por el comunismo…» a mí con la edad de él de haber salido de Cuba, la muerte de Ceniza no me dió ni frío ni calor porque todo vuelve a su lugar de origen, al polvo, tal y como lo es la ceniza.
waldo 7:49 pm el 13/01/2017 Enlace permanente |
Que basura mijo, no t da pena solo 4 comentarios.
Alejo 9:45 pm el 13/01/2017 Enlace permanente |
Ah pero de nuevo esta cotorra haciéndose pasar x perro…. Y ya son 5 los comentarios con el tuyo. Gracias.
Dane 4:32 pm el 28/02/2017 Enlace permanente |
Igual yo, ni frío ni calor, y también soy del 86. Lo del 65 quizás lloraron, que la Revolución les dio mucho, y los de la 3era edad se deben haber sentido tristes, porque la Revolución los sacó de la pobreza y les dio un futuro, pero a nosotros,….. Mérito tiene Fidel por lo que hizo en el 59, pero ya en el 2017 hace falta otra cosa, que no creo que es el Capitalismo, pero era para que estuviéramos mejor, no podemos seguir viviendo de historia, ves el televisor y todos son documentales de historia, anécdotas de actores viejos del ICRT..etc, ya nos aburren, ya hay que cambiar el switch, cambiar el discurso, cambiarlo todo como dice la canción de Tony Avila, y todos los héroes no son los generales de éjército, ni solo los que peinan canas, también las madres de hoy en día, un recién graduado…etc
El inagotable 12:18 am el 12/01/2018 Enlace permanente |
Hace tiempo no visitaba este sitio. Este post es formidable. Je Je je. Esto no tiene desperdicios:
Yo, al saber de su muerte, no sentí alegría ni desconsuelo, ni angustia por el futuro, o esperanza en que una Cuba mejor se aproxima sin su apellido. Sentí lo mismo que seguramente hubiese sentido él al conocer la noticia de la mía. Así de justa fue nuestra relación.
El inagotable 12:23 am el 12/01/2018 Enlace permanente |
El culto que se le rinde a su personalidad luego de su muerte supera todo limite.
Hay uno, sobre unas palomas tortolas que se acurrucan en el feretro que ATESORA… sus restos
El inagotable 12:26 am el 12/01/2018 Enlace permanente |
Desde ese dia, todo el que desea hacer alguna critica o proponer algun cambio, comienza con la frase: «Como dijo Fidel…