Gastronomía primaveral: ¡aprovecha chupador!
¡Aprovecha chupador! Es tiempo de ciruelas en Cuba. Ya comienza el mango, y pronto también el mamoncillo. Embárrate del más genuino sabor del trópico: siente cómo te chorrea el jugo agridulce entre los dedos hasta llegar al codo.
En las personas normales es anatómicamente imposible que la boca o la lengua lleguen al codo, lo cual deberías comprobar cuando no haya nadie mirando.
El calor, las moscas y el mango forman un triángulo psicodélico en la primavera cubana. Y si para entonces has logrado adquirir catarro en alguna cola de la ciudad, el cuadro estará completo.
No sufras más la ausencia de papas. Deja ya de hacerle el juego a esa vil conspiración de ACOPIO para desviar hacia la papa toda la atención ciudadana, y ocultar otras ausencias, como la de naranjas, limones, melones y en general todo lo que no es plátano y calabaza.
¿Cuándo fue la última vez que viste una caja de naranjas redondas y anaranjadas…? ¿Cuándo fue la última vez que te pasó por la mente la palabra naranja, pero sin el adjetivo “agria” detrás? …Pues ya, ¡demostratum est!
Ir al agro en primavera es, para mí, una película de miedo. Si me dieran a elegir preferiría atender a una conversación entre viejas que esperan en el salón del podólogo.
Porque en el agro que me toca lo húmedo y lo cálido dejan de ser esas bellas metáforas que inspiran a los poetas templados. Luego “el beso seco” o “la nalga fría” son los versos más líricos del mundo.
Las lluvias que deberían limpiar, no limpian, pero sí estimulan a las cosas pegajosas. A la guanábana, por ejemplo. Hay incluso una guarapera donde ningún cliente se atreve a pedir que le pongan poco hielo.
La Agricultura Urbana tiene parte de culpa, pues se trata de cientos de granjitas de ciudad donde se cultiva de todo, excepto comida.
Los apasionados de la Agricultura Urbana piensan que la verdolaga es buena porque es verde. También pueden escribir un manual de 800 páginas detallando los beneficios del berro para la persona asmática.
Algunos, a escondidas, untan las yerbas en aceite, sal y vinagre. Esos son más felices. Otros se radicalizan y derivan en entusiastas de la piramodología, o terminan enfermos buscando cura en la homeopatía. Con algo de suerte consiguen morir en buen estado de salud.
La mitad de los sembrados de un organopónico cualquiera se compone de matas cuya función esencial es atraer a los bichos para que no se coman otras matas. Pero esto rara vez funciona porque los bichos suelen comerse lo que les da la gana y no lo que uno quiere que se coman.
Experimente con su gato: póngale un plátano en el suelo y un bistec pegado en el techo, y deje al bicho decidir…
Cuando por fin el hombre descubre qué planta es la que le gusta al bicho, ya ese bicho ha muerto, mutado, o dejado el campo a un nuevo bicho, cuyos hábitos de consumo hay que empezar a comprender desde cero.
La principal importancia de esta modalidad productiva radica en que sirve de entretenimiento a un grupo de gente que viaja de granja en granja, todo el año, anotando en una libreta las dimensiones alcanzadas por una remolacha en Jiguaní o una zanahoria en Caibarién.
Además tienen un sistema evaluativo divertidísimo que recuerda al de los niños de preescolar, pues suman puntos, aplausos y estrellitas hasta por tener correctamente amarrado los cordones de los zapatos, ponerse los guantes al derecho, etc.
Pero usted, lector, a mí ni este caso. Continúe disfrutando de la primavera y sus resultados, que a veces en vez de fango las lluvias provocan flores, y se han documentado un par de casos en que también brota la comida.
Babujal 5:20 pm el 05/05/2015 Enlace permanente |
jajajaja Muy refrescante como siempre Alejo!!. Saludos
Mar 7:11 pm el 06/05/2015 Enlace permanente |
Manera de reírme como una tonta con: Pues ya, ¡demostratum est!
Yo quiero escribir como tú cdo sea grande.