Coletilla a una respuesta “de moda”

En su edición de ayer viernes el diario Granma publicó una respuesta de la Sucursal Cimex de Holguín ante una queja ciudadana.

La queja se refiere a la prohibición vigente de tomarle fotos a los productos dentro de las instalaciones comerciales o tiendas de Cimex en esa ciudad, lo cual es extensible a casi todas las tiendas estatales de Cuba.

La respuesta, firmada por la Gerente General de la Sucursal Holguín, reconoce que las administraciones de las tiendas tienen facultades para autorizar a los clientes a tomar fotografías específicas bajo supervisión, pero aclara que la prohibición no viola los principios del marketing, y que se trata de una “norma de uso común en el comercio internacional”.

Desde que Cuba comenzó a “actualizar su modelo económico”, a “cambiar” o a “raúlreformarse”…, se ha puesto de moda este tipo de respuestas evasivas donde el argumento principal consiste en decir que "en el resto del mundo las cosas se hacen así”.

Uno se pregunta entonces si los precios astronómicos (abusivos y descarados) en que Cimex vende sus productos son también una “norma de uso común en el comercio internacional”.

¿La falta de cubículos probadores, la escasa variedad de los productos, la mala calidad, el trato desentendido, la obligación de salir y entrar por la misma puerta (aunque haya una para cada función), son también normas del comercio internacional? ¿Lo son las garantías volátiles y la ausencia de jabitas de nylon en que llevar las compras?

A mí me han puesto un Stop frente a la cámara, lo mismo en una tienda estatal de Cuba que una privada del aeropuerto de París, por tanto es cierto que se trata de algo común en el mundo. La diferencia es que en el resto del mundo nadie te repite hasta el cansancio la exclusividad del modelo socioeconómico.

En cualquier caso –y si bien es una prerrogativa de los dueños— me parece una tontería prohibir las fotografías dentro de instalaciones comerciales. A fin de cuentas las cámaras discretas (en lapiceros y otros dispositivos) no están prohibidas en ninguna parte, y cada vez se hacen más populares.

Esta vez el diario Granma no puso una “coletilla” adjunta a la respuesta institucional, por lo que podemos asumir su conformidad con la razón ofrecida. Muchos dicen que la verdadera razón es que las tiendas de Cimex forman parte de la “cosa militar”, y que así están sujetas a las mismas restricciones que una unidad del ejército.

Una respuesta más coherente hubiese sido que "la tienda es nuestra, y no nos da la gana que nadie tome fotos adentro". Así la gente se va acostumbrando un poco a la sinceridad.

Lástima que a penas los ciudadanos se quejen de la falta de Internet, por ejemplo, regrese el mito de nuestras circunstancias especiales y salga alguien a decir que Cuba no es como el resto del mundo, que somos un país bloqueado, y no sé qué cuentos sobre cables en el agua.