Jardín y patio de tierra
Celebro el Primero de Mayo: he venido a trabajar aunque hoy pienso cerrar temprano.
Afuera se oyen consignas que alternan en intensidad con el reguetón del algún bicitaxi, y la sierra eléctrica del vecino cortando losetas para el piso. Pero la ciudad está tranquila.
Afuera la mayor parte de la gente está y marcha en la Plaza, como de costumbre: llevan pulóveres rojos, casi todos traídos desde Venezuela por familiares que estuvieron allí de misión (algunos pulóveres muestran letreros locos y fuera de contexto como “Gutiérrez para gobernador”). Los organizadores del desfile corren de un lado a otro para evitar los feos vacíos que suelen aparecer entre un sindicato y el siguiente.
En el parque hay mesitas gastronómicas donde se venden pellys y refrescos de lata de a 10 pesos. Hace calor. Pocos negocios privados están abiertos: un reparador de gafas y espejuelos se sienta en la acera y mira a la gente pasar.
En el reparto Alturas del Casino un jardinero joven poda arbustos en el portal de una linda casa: retoca en ellos las figuritas de cestos. El tipo lleva guantes, camisa a mangas largas, y trabaja con una profesional podadora de mano eléctrica que no había visto yo nunca antes… como un cuchillo eléctrico para cortar pan, pero más largo.
Cinco kilómetros atrás, en el reparto Jayamá, trabaja otro jardinero, “el chapeador”. Sesentón, de piel curtida al sol: chapea en patio de tierra. Camisa verde, de militar, abierta. Una máquina eléctrica de hierros oxidados, casera, lo ayuda en su faena; tiene también una guataca (azadón), y un rastrillo de pocos dientes. Cuando las yerbas se pegan al borde de la pared, el chapeador las arranca con las manos: ¿guantes para qué?, me dijo una vez, y me hizo sentir la dura cáscara natural que lo protegía.
El aire de mayo siempre huele diferente, como si Dios soltara algo raro para ponerlo a uno más pendiente del clima.
yo 1:50 pm el 01/05/2014 Enlace permanente |
Mayo,siempre trae una promesa de esperanza y renovación
Jose Collantes 4:48 pm el 01/05/2014 Enlace permanente |
Y el «ganado» de ovejas amaestradas con «pull-over» rojo van al desfile del VA o VAS donde no existe el YO NO VOY.