Los bici-voladores

Resulta que ahora hay un nuevo espécimen urbano en Camagüey: los bici-voladores: policías en bicicletas montañesas que, supongo, tendrán la misión de hacer lo que hacen los policías normales, pero en zonas peatonales de esta vieja y coloreteada ciudad de 500 años.

La gente en la calle bromea al respecto: y si cogen al ladrón se lo llevarán en el caballo, como si fuera su novia.; a estos en la primera que se pongan a comer bolas les roban las bicicletas. El hurto y sacrifico de bicicletas en Camagüey es un asunto dramático: sé incluso de un tipo, caso extremo, al que le robaron 6 o 7 antes que decidiera andar definitivamente en guaguas.

Pero volviendo a los bici-voladores, la verdad es que no sé por qué rayos hacían falta. Más útiles hubieran sido 3 o 4 ambulancias nuevas, o 2 o 3 guaguas para el transporte de las masas mañaneras; porque entre policías normales, motorizados, ladizados, guarapitos, oficiales del MININT y las FAR, agentes de la Seguridad del Estado, inspectores del Gobierno, bomberos, SEPSA, SEPROT, y Power Rangers de TRASVAL, ya tenemos en esta tribu muchísimos más caciques que indios. Pero igual veo muy bien la iniciativa ciclística y la apruebo por unanimidad. Es más: ¡deberían hacer lo mismo todos los jefes y dirigentes!, sobre todo los barrigones. Digamos que deberían institucionalizar (palabrita esta que les encanta) algo así como el Miércoles Verde, o el Jueves sin Gasolina, o incluso, para que la fecha se les pegue mejor, el día podría llamarse Jornada Viernesca Revolucionaria por la Preservación y Ahorro de Recursos Ambientales

Entonces, durante el día escogido, todos los funcionarios del Gobierno y del Partido, de la Juventud y de la CTC, de los Tribunales y hasta del Arzobispado, deberían ir a trabajar sin carros, pedaleando como la mayoría de la gente, y así ejecutar sus recorridos y visitas a empresas, instancias, unidades presupuestadas y/o cooperativizadas. Y esta podría ser una buena manera de simplificar sus funciones, pues no creo que les entusiasme mucho la idea de andar de un distrito a otro hasta las tantas de la noche sin el carrito o motor estatal que ya parece extremidad agregada de sus propios cuerpos.

En Canadá, según me contaron, hay policías a caballo, y en alguna otra parte por ahí los hay hasta en patines. Pues en Camagüey, ahora mismo, tenemos un puñado de agentes del orden dando pedales y presumiblemente, muy pronto, también haciendo colas en las poncheras de la ciudad;un lindo regalito por los 500 años de Puerto Príncipe. Yo hubiera preferido, vaya, una brigada de strippers custodiando las zonas peatonales y regañando a los que escupen el chicle contra las vidrieras, pero lo que nos llegaron fueron policías en bicicletas ¨

iempre que los veo circulando, mandando a circular a la gente, imagino que de pronto se despegan del suelo y salen volando, y luego se pierden entre las nubes frente al asombro de todo el mundo: y pienso yo que debe ser el efecto ET, o reminiscencia de algún otro filme de los 80 en que las bicicletas se despegaban del suelo para alejar a los protagonistas de las restricciones impuestas por los malos de la película.