Un post para Darío
Me cuentan que un post cubano sobre pornografía y educación secundaria revienta universitariamente en manos de mi socio Darío, que tiene un blog de nombre Un Guajiro Ilustrado. El post contenía fotografías sobre el consumo de al menos un video pornográfico en alguna escuela secundaria básica de este país, con lo cual, supongo, el autor pretende denunciar un fenómeno que coge alas en nuestra sociedad: la vulgarización extrema de las nuevas generaciones en relación con un sistema educacional erosionado.
Darío es un tipo reincidente en esto de la boconería: ya otra vez fue sancionado un año por reflexionar en voz alta, Facebook mediante, sobre una Asamblea UJC cuyos debates, al juzgar por la reacción posterior, trataron delicadísimos Secretos de Estado.
Ahora de nuevo se intenta castigar al denunciante y no al objeto de la denuncia, lo cual trasluce no solo la persistencia del miedo al debate plural en Cuba, sino también y peor una negación casi bárbara a las dinámicas contemporáneas de la comunicación, cosa que nos hará llegar de últimos, para variar, cojos y maltrechos o en el mejor de los casos en un Moscovich 20 veces chapisteado a donde sea que hoy se conduce la civilización.
El primer punto a favor que llevan Darío y su denuncia es que no mienten: los jovencitos y jovencitas de secundaria sí consumen pornografía, y esto se ha extendido lo suficiente como para volverse digno de revisión. Las pornos se lleva en teléfonos móviles, en memorias flash, y en CD camuflados con rótulos como Marxismo y Filosofía, No Abrir¡¡¡: muestradevirus.exe, Documentos de la Circunscripción y otros tópicos similares que espantan por igual a padres y amiguitos curiosos. Si ya ocurría en mis tiempos de secundaria, cuando el DVD era un lujo, no digo yo si va a ocurrir ahora cuando prácticamente todo el mundo tiene formas de transportar, intercambiar, consumir y hasta producir audiovisuales.
Vean, por ejemplo, este verso regetonero: La disco llena e puta de prostituta con mucha fiesta con mucho yuma Canciones así son ahora mismo las preferidas de los adolescentes cubanos. La educación, por tanto, sí está jodida pues no ha logrado revertir ese gusto, sino todo lo contrario: la realidad es visible por cualquiera con ojos en cualquier barrio por ahí. ¡Bien jodida la educación desde la punta del pie hasta el mismísimo moño! No ilustrarlo por lo claro sería una tibieza, un eufemismo o una mentira, un ruido que estorbaría a la búsqueda de causas bien identificadas que, como se sabe, constituyen per sé el 50 % de la solución.
De alguna forma también lo reconoció Raúl Castro Ruz al hablar sobre el deterioro de la moral ciudadana, en sus palabras, por supuesto, y puestas las causas donde él las consideró. Yo las veo en toda la cadena, empezando por ese maestrucho urgente, comemierda, sin preparación, y muchas veces hasta prospecto de delincuente, que es capaz de poner a sus alumnos a analizar una anatomía que aún no conocen, y que científicamente se recomienda conocer en edades más maduras. Entonces, ¿lo puede decir el Presidente del país, a su forma, y no lo puede decir Darío, a la suya?: pareciera que no que todavía.
En la Universidad es donde tendría que haber ambientes más proclives a las diversidades de ideas y expresiones, y al derecho de todo el mundo a ser parte activa del país que habitan física y/o emocionalmente.
Una Universidad que impida o interrumpa el tránsito por ella de un estudiante cualquiera, por el hecho de denunciar lo que considera podredumbres que gangrenan la sociedad, es indigna incluso de la U mayúscula con que se escribe su nombre. Falla tanto me parece, y con igualita intensidad, que aquel verraco improvisado que enseña pornografía en la secundaria.
Yo pienso que bravo por Darío. No sé el detalle de lo que escribió, ni como lo escribió porque estoy ciego como Steve Wonder, pero tampoco me importa un comino: bravo por él, y que viva su derecho ciudadano a romper las hegemonías de la comunicación pública tradicional, a no conformarse con el esquema antidemocrático de un newsmaking aferrado al se depura, luego se publica, que se presta a toda clase de intereses, y a participar, también, en este romántico ideal del se publica, y que la sociedad luego depure, deseche la mierda, y haga trascender solo lo útil para ella.
Marianasiberial 5:34 pm el 26/10/2013 Enlace permanente |
Allá voy yo, como Juan Polilla que se mata.
bety 12:47 am el 27/10/2013 Enlace permanente |
alejo, a qué direccion de correo te puedo mandar el post de dario para que no estes ciego? Y muy de acuerdo con tu post. Darío enfrenta ahora una comisión disciplinaria sencillamente por decir lo que pensó y lo que vio. Espero que no se repita otra vez la historia de los expulsados de la Universidad y de que la universidad es para revolucionarios, cuando es precisamente de revolucionarios denunciar lo que está pasando y está mal.
La loca del blog 3:48 pm el 27/10/2013 Enlace permanente |
La universidad es para los revolucionarios…y la CARCEL tambien, hasta tanto se demuestre lo contrario….que pena siento por mi pais. Antes de 1959 habia miseria, pero la gente tenia verguenza y educacion civica, ahora hay la misma miseria, y Cuba esta sumida en un basurero moral y espiritual muy grande, donde las pocas personas decentes que quedan, han tenido que replegarse y vivir de puertas para dentro.
H en NY 2:04 pm el 28/10/2013 Enlace permanente |
A mí las fotos me parecen falsas, y eso por una razón sencilla. Las fotos que se toman de pantalla de TV de tubo catódico tienden a mostrar «rayas» transversales, pero estas fotos se ven de alguna manera impecables. Vamos, que independientemente del morbo y la lujuria de los que todos somos presa, eso da la impresión de ser un trabajo de Paint, porque ni a Photoshop llega…
El paradójico resultado sería que Darío fuera sancionado por publicar sobre una verdad compulsado por una mentira.
cynthiawp 4:11 pm el 28/10/2013 Enlace permanente |
H en NY, en esa foto también pude aparecer yo, hace 9 años, en mi aula de noveno grado,y con los primeros maestros emergentes. En el video se ponía todo lo que se llevaba, incluida pornografía, a puertas y ventanas cerradas. Pero esa no es la discusión, urge un problema mayor que es el sistema de educación en Cuba, ¿no se te ocurre opinar al respecto?
H en NY 5:52 pm el 28/10/2013 Enlace permanente |
cynthiswp, ¿y por qué no se te ocurre que yo opino acerca de lo que prefiero y no acerca de lo que tú quieres leer o escuchar? Por otro lado, parece que tienes una historia interesante que contar. Cuenta pues.
anton 6:21 pm el 18/11/2013 Enlace permanente |
!que viva la amistad y que bonito es el amor…!
y somos todos muy felices,. Ciertamente esa «denuncia» nos ha hecho cambiar al mundo… y ahora sabemos que, aunque no tengamos ni la más mínima idea sobre los orígenes de la foto, por la presumible astucia periodística y la camaradería expuestas, no cabe la más mínima duda de que estamos ante un valerosísimo acto de acción cívica y respeto a las instituciones… Pq me imagino que antes haya una verdaderamente trágica historia (que por alguna razón no vino al caso contar) sobre gestiones del autor directamente con la escuela en cuestión, y el municipio de Educación, y el copón divino, y negativas, y evasivas, y mítines de repudio, e intentos de secuestro y asesinato, todo lo cual lo llevó a publicar un post tan… iluminado… y combativo contra lo mal hecho de la forma más constructiva, madura y profunda que se le ocurrió.
solo hay que leer el post sin las fotos para darse cuenta de que el post no era otra cosa que el medio para colgarlas y no al revés. Pudo tener varias opciones entonces: digamos… colgar con las mismas imágenes un texto sobre la precocidad, o sobre la calentura caribeña, o sobre la crudeza de las clases en cuanto a la educación sexual, o, quien sabe, sobre la nitidez de los televisores… o, vaya, de la atención escolar a las teleclases según el tema…
Y es que en cualquier fórmula nuestro vilipendiado obvia (a pesar de su 5to año de estudios, y alguno que otro más) las fórmulas elementales del periodismo, el qué, el quién, el cómo, el cuándo, el dónde, y, se concentra vagamente en su caótica visión del porqué, claro, para que nadie le vaya a cuestionar, eso sí, nos acompaña su pródigo y sempiterno escrito con 2 fotos cualquiera…
Triste el espectáculo de quienes se dicen amigos y en lugar de una crítica oportuna profieren solo un manto de cómplice consentimiento (¿acaso una acción preventiva de garantizar futuras solidaridades sobre sí?).
No creo en la censura ni en el paternalismo, creo en las acciones y sus consecuencias, creo en las razones y sus objetivos, en los medios para ello y en sus efectos colaterales. Creo que si bien el egocentrismo y la inmadurez sean actitudes humanas, como todas, como sociedad organizada, se deben premiar la profundidad y el sacrificio y poner en su lugar la mediocridad y el oportunismo. Creo en las lecciones y en el aprendizaje, y, sobre todo, creo en que ser revolucionario es hacerlo hasta las últimas consecuencias, desde una convicción profunda de que se hace lo que se debe y se cree en cada momento, sin esperar el perdón de nadie.
No tengo nada personal contra el autor del post o de estas notas solidarias… sino contra la forma en que pretenden hacernos creer que eso se llama «ser un joven revolucionario». Si luego de escribir esas notas incendiarias y valerosísimas, quedan pues, con sus conciencias limpias y trankilas, habré de esperar que, ante tanta persuasión, los que atacan la Revolución desde fuera y la intentan destruir desde dentro se vuelvan sus asiduos lectores y tengan, a fuerza de píxeles y posts, más espacio que yo para la sugestión virtual.