Una novela sin negros
Imposible dejar de notar que en Tierras de Fuego, telenovela cubana que actualmente trasmite el canal Cubavisión, no aparece un solo ser humanos de piel negra. De vez en vez sale un mulato oscuro ordeñando vacas en la finca del viejo Baldomero, pero entre la camisa a mangas largas, el sombrero que usa bajo techo, y un plano que siempre lo toma de espaldas, solo es posible notar el color de su piel en un pedacito de nuca.
Yo no soy un entusiasta de las cañonas sociológicas que en materia de racialidad suelen imponérseles a la creación artística y a los procesos sociales en general, pero bueno, algo tan así de nítido como que en un país mestizo de punta a cabo se haga una telenovela que mal pretende caracterizar a los campesinos y que en ella no salga ni un solo negrito flaco con sombrero de yarey, de esos que abundan en los cerriles campos cubanos… vaya, me suena a pifia tremenda: una que supera con amplitud la torpeza de simular un campesinado extremadamente irreal, con ropas de última moda, habitando viviendas y centros laborales impecables en recursos y construcción, y siendo felices como lombrices.
Según me cuentan, Tierras de Fuego se filmó en Villa Clara, y alguien pudiera entender que como en los campos de esa región lo que abundan son descendientes de españoles isleños, pues puede que la intensión haya sido retratar solo a los campesinos de la zona central; o sea, algo así como que en una película sobre boxeo cubano actual sobraría el único boxeador blanco que quizás exista… pero no me parece esa la respuesta: me voy más con la suposición del descuido.
Desmontaje forzoso
Ahora se abren en Cuba, entre otros debates importantes, el del racismo y su impacto en la vida social. Durante una pila de años estuvimos aquí pretendiendo ver ese tema como algo resuelto, como un mal burgués y capitalista que se terminó en enero del 59.
En mi propio barrio que por suerte es un infeliz desconectado y no se enterará de mi lengua larga las secuelas del racismo brotan a la sombra de cada poste de madera: qué si la hija de Mengana es tremenda negrera y quemadora de petróleo, lo cual significa que prefiere buscarse novios negros; que si allá afuera está Sutanito jugando con cuatro niños y dos negritos, como si los niños negritos indicaran una categoría especial; y que si nosotros los negros o porque ustedes los blancos.
Cierta vez vi lo siguiente: una señora muy blanca, católica como la Doña Carlota de la canción de Arjona, enseñaba a su pequeño nieto a bañarse solo, y le decía enjabónate primero el cuerpo y luego las piernas, que los que se bañan de abajo pa arriba son los negros¿?; y luego pensé: esta vieja por lo menos tiene que haberse bañado con algún negro para conocer ese detalle
El racismo no puede extinguirse a la vez que persistan fuerzas que apoyen su extensión, por insignificantes que puedan parecer. Hasta en el carné de identidad, desde que el cubano nace, ya nos encasillan en el rústico estereotipo, anticientífico y dicromático, de negros y blancos: como si los capirros no existieran, como si el color cartucho y las 20 mil gamas del siena no fueran los colores verdaderos del tegumento nacional, o como si el asunto fuera lo suficientemente trascendental como para usar el papel que sale de los bosques en semejante guanajería.
Gran parte de esas fuerzas se integran, desgraciadamente, por las propias estrategias urdidas para contrarrestar el fenómeno, por ejemplo: a tal grupo deben entrar un x % de hembras, otra x cantidad de hijos de campesinos, y aproximadamente tantos negros O también el hecho de que en el Parlamento haya un tal % de mujeres y otro tanto de negros, y se cante como una victoria de las políticas de inclusión. Aquí el esfuerzo por incluirlos desacredita intrínsecamente los valores naturales de las personas, y acentúan pues las diferencias, porque el ser iguales en derechos no debe pasar por complicaciones mayores a la simple determinación.
Solo las dinámicas naturales de una sociedad pueden dar testimonio auténtico del estado de sus componentes, el resto sobra por artificial, estorba al tacto como la silicona, y atrasa los procesos de corrección efectiva, que a mi juicio deben comenzar por la educación, por la desmitificación de las Historias o la subversión de las malas tradiciones.
Tampoco hay que negar lo obvio: en un barrio de Puerto Príncipe, Haití, una niña negra no podía dejar de mirar con curiosidad los ojos azules de mi padre y sus patas blancas de viejo que no coge sol. De nada serviría hacerle ver que esa piel y esos ojos son iguales a los suyos, porque la niña no es ciega, pero sí serviría no contaminarla con arquetipos culturales que, de formas más o menos discretas, reproducen la supremacía del talento y la belleza europoides.
Yo pienso que la gente nace limpia, con un sentido natural de amor propio, autoestima y asimilación integradora de la diversidad; entonces no hay que desmontar ningún edificio cuando basta con no armar el mismo de siempre.
Pero volviendo a Cuba y su telenovela, puede que me haya adelantado Quizás los guionistas de Tierras de Fuego echen abajo este post en próximos capítulos, no sé, acaso poniendo un contingente de constructores negros a ejecutar el plan inversionista de la policlínica de Palmarito, o igual podrían insertarlos como miembros de la banda que hurta y sacrifica el ganado mayor de los hijos sonsos de Baldomero., porque lo que sí es seguro es que ya no aparecerán de cabezas de familias, ni de directivos de cooperativa o administradores de carpintería, ni mucho menos serán protagonistas en las ardientes historias de amor que de verdad caracterizan los campos de este país.
Ana Gertrudis (@LibranaAna) 6:49 pm el 18/10/2013 Enlace permanente |
Hola Alejo, leo tus post con frecuencia porque los recibo en mi mail, sin embargo nunca tengo tiempo para dejarte un comentario, aunque te digo que los disfruto sobremanera. Me he divertido mucho con este, hace rato espero comentarios sobre Tierras de Fuego (en general) este tema que tocas es muy interesante, hace un tiempo leí el comentario del periodista Joel del Río sobre esta novela cubana y él criticaba el hecho de haber puesto a los habaneros como rufianes y a los campesinos como los más nobles y buenos; eso mismo sucede con el tema NEGROS EN TELEVISIÓN parecería que los negros solo sirven para los personajes de delincuentes y maleantes en eso sí son protagosnistas, será que estamos imitando a la O Globo que al actor que hizo el personaje de Andrés en Insensato corazón es al único negro que le concede papeles protagónicos. Por otra parte, tienes mucha razón en lo que comentas sobre «nuestros triunfos forzados» hace poco conversaba con un compañero de trabajo que fue delegado al congreso provincial de la juventud y los estudiantes y me comentaba que «le estaban dando prioridad a los negros a la hora de conformar las delegaciones» al igual que tú detesto la manera en que queremos enmascarar los problemas de racismo que aún subsisten en nuestra ya no tan justa sociedad y los cuales solo «engordan» con acciones como estas. Muy acertado tu comentario.
NegraCubana 8:29 pm el 18/10/2013 Enlace permanente |
Alejo celebro tu post, porque te comento algo, siempre que de la cuestion racial se habla la gente tiene que poner un dos puntos y decir: yo que soy blanco, o sea desde el mismo inicio de alejan de lo que quieren defender. Por otra parte, como lo ves es una cuestion simple, como bien dices nacimos limpios, todos, sin ningun virus en nuestro disco duro… EL comentario de Ana Gertrudis tambien me gusta. Solo quisiera anyadir que un ocasion pretendieron seleccionarme para hablar en una Tribuna Abierta, cuando se hacian todos los sabados (creo) porque era la unica negra, que creen que dije? Pues eso mismo, yo no sirvo para ser el numerito de nadie en la estadistica. Mis respetos cro y cra
Una novela sin negros | Cienfuegos Hoy 10:30 am el 21/10/2013 Enlace permanente |
[…] Tomado de El blog de Alejo. Ir al artículo desde este enlace […]
edel 1:43 pm el 22/10/2013 Enlace permanente |
muy buen blog¡¡¡¡¡¡
piyux 6:07 am el 27/10/2013 Enlace permanente |
Muy acertado tu comentario.Me he divertido mucho con este
Lolo 3:20 pm el 28/03/2014 Enlace permanente |
Hola Alejo, he «descubierto» tu blog recientemente a través de Ravsberg y realmente he leido casi todos tus post porque me divierto mucho y además reflexiono un poco también y es una pena que la mayoría de los cubanos no tengan acceso a él.
De este artículo te comento que me parece que has dado en el clavo de un asunto muy solapado en nuestra sociedad cubana de hoy. Si quieres puedes ver los datos de la ONE del censo del 2002 (no conozco los mas recientes) y allí encontrarás datos interesantísimos de cosas que suceden con los negritos cubanos, o si quieres trata de entrvistarte con Maria Elena antigua Jefa de ese Departamento en dicha oficina que investigó bastante sobre el tema.
Sólo no estoy de acuerdo contigo en un pequeño puntico… y es que la silicona no molesta al tacto para nada jajajaja
suerte y gracia por tus post