El campo de mentiritas
Se sabe que todas las telenovelas son ficciones, que su función básica es de entretenimiento y que ello es razón suficiente para que no aparezcan en pantalla las candangas nuestras de cada día, porque a fin de cuentas ¿para qué redundar?… ¡Pero oiga!, tampoco hay que exagerar como exagera la nueva novela cubana, Tierras de fuego, en el reflejo de la vida cotidiana de los guajiros en un supuesto pueblo de campo.
El pueblo de la novela se llama Palmarito, tiene todas las casas pintadas de lindos colores, y en los interiores decoraciones semi-europeas, cortinas de lujo, pisos de lozas brillantes y sobre las mesas figuritas que cuestan más de un CUC en las TRD (Tiendas Estafadoras de Divisas). Todo muy ajeno, extremadamente ajeno a la realidad de los campos de este país.
Las calles de Palmarito están a punto de recibir el asfalto de la civilización, o sea, son de tierra aplanada, y al edificio sede de la cooperativa del pueblo solo le falta el aire acondicionado: papeles blancos en sus paquetes de 500 hojas, buroes de formica, paredes pulcras, cerquitas de madera sin comején como las que pintaba Tom Sawyer a brocha gorda en alguna comarca del norte revuelto y brutal Asimismo los tractores palmaritenses no conocen el tono opaco que da el óxido, y las vacas están de gordas que hasta parecen vacas felices.
Los guajiros de Palmarito tienen la piel más blanca que la leche. Los dientes también. ¡No les falta un solo diente! Y además visten muy bien, a la moda: usan botas de gomas a las que no se les filtra el agua, y sus camisas de cuadros van enteras, igual que los sombreros.
Y se acabó la novela.
En la vida real los guajiros de Palmarito, que pueden vivir en cualquier municipio del país en peores condiciones mientras más al Oriente estén, pasan más trabajo que un forro de catre, aunque como en toda regla, haya excepciones en el arrocero millonario de Río Cauto, el ganadero rico de Guáimaro, o el frijolero acomodado de Manicaragua.
Esos guajiros de afuera del televisor (y no el dueño de la finca, sino el dueño del sudor que riega el surco) con un poco de suerte tienen sombreros gastados, y ropas de guajiros no porque sean gente del campo, sino porque las empresas donde trabajan son improductivas, le deben mucho dinero al banco, y se atrasan con los pagos, de modo que el hombre asume una culpa que no le toca y vive en plena falta de casi todo. Por lo regular trabajan con unas botas como la de la caricatura del pescador, o como aquella que hirvió Charles Chaplin. Pero también sé de uno, lo juro, que fabrica carbón de marabú en el municipio Vertientes, Camagüey, y todo el proceso lo ejecuta descalzo hasta la parte de cortar el marabú en el monte. La costumbre de no usar zapatos casi siempre procede de la circunstancia de no tenerlos.
Los guajiros de verdad no tienen los dientes tan blancos por culpa del tabaco, y por culpa también de los demonios de la atención estomatológica que en el campo, como en la ciudad, es uno de los servicios de salud que más se han deteriorado. La piel del guajiro cubano es oscura por el sol: son guajiros dorados.
Las casas del campo real tampoco relucen tanto: muchas veces uno puede ver manteles hechos cortinas y cortinas convertidas en sobrecamas, y ropas vueltas manteles y/o cortinas, y viceversa en todas la variantes posibles. Pintan las paredes con cal porque la pintura buena cuesta muy cara (cerca de 12 dólares el galón), y si ponen cerca en el patio, la ponen de palitos de marabú, o de plantas con espinas, porque el Estado vende a 80 pesos MN cada metro de malla Pirle, y como mínimo hay que comprar 10 metros.
Los tractores de Cuba ya perdieron el rojo brillante que trajeron de Belarús, y las vacas no son exactamente vacas felices, es decir, cuando llueve se les alegra un poco el rostro, y cogen unas libritas, pero cuando no llueve y se atrasa el barco que trae el pienso Norgold la cosa se pone fea para ellas.
Tal parece que el director de arte de Tierras de fuego jamás puso sus pies sobre los fangos de un municipio cualquiera del interior de Cuba.
Palmarito es entonces el campo de mentiritas, pretendiéranlo o no sus realizadores, porque cuesta pensar que algo así salió por error. La novela es una pésima imitación de los culebrones colombianos representantes del más burdo maniqueísmo, y una broma para el estilo de vida de los campesinos cubanos, que no podrán llegar al que les vende la TV ni aunque las piedras de sus huertos se convirtieran de pronto en la vianda más cotizada del mercado internacional.
Yisell Rodríguez Milán 1:52 pm el 12/06/2013 Enlace permanente |
Reblogueó esto en Lente de Aumentoy comentado:
Sería imposible coincidir más con esta opinión de Alejo sobre la nueva telenovela Tierra de Fuego…
Administrador 1:54 pm el 12/06/2013 Enlace permanente |
Muy bueno Alejandro, ya se ha hecho una epidemia entre los directores de la televiosion cubana, el de crear series, novelas o lo que sea alejadito alejadito de lo mas real de la vida cotidiana.
Raúl Antonio Capote 2:07 pm el 12/06/2013 Enlace permanente |
Bueno no muy lejos la verdad de las novelas Brasileñas, muy cerquita, y bien lejos por suerte de los culebrones colombianos, mexicanos, argentinos que ponen por la Tv nacional o que compran por paquetes a los vendedores de CDs y Dvs. las telenovelas amigos mios son pura ficción, nunca reflejan la realidad, en lo personal no me gustan pero esa es su esencia, se hacen para soñar. Pero el campo cubano que Alejo describe tampoco es muy real que digamos, es un culebrón a al inversa. Guajiros sin dientes, muertos de hambre, una verdadera desolación, uf Alejo estas lejos sin dudas.
Gisela 2:19 pm el 12/06/2013 Enlace permanente |
Cecilia Valdés, Las honradas, Las Impuras, Generales y doctores, El derecho de nacer, Sol de batey… Novelas cubanas de ficción (escritas, radiadas o televisadas) que cuentan una historia sin dejar de reflejar un tiempo y un espacio con autenticidad y respeto. Lo demás es facilismo, demagogia y propaganda barata. Alejo, estás muy cerca de la verdad.
alejo3399 5:52 pm el 13/06/2013 Enlace permanente |
hola raúl, gracias por comentar aquí. mire, si le parece que esa novela está lejos de los culebrones colombianos es porque jamás ha visto uno, porque esa es igualita… además nadie puede tener tan atrofiado el sentido de la percepción, al menos no con algo tan obvio. en el post arranqué diciendo precisamente que las novelas son puras ficciones… pero hay ficciones como Shiralac: un cuento imaginado de punta a cabo, y ficciones que pretenden pasar como reflejos de la vida real, que es el caso que nos ocupa…
sobre los guajiros, bueno, puede que no les falten los dientes pero sí les falta atención estomatológica decorosa, y de tener los dientes jodidos a no tenerlos van quizás unos pocos años. ¿usted sabe como camina ese asunto? yo sí: en los pueblos del campo, una vez que se te pudren los dientes, debes anotarte en el policlínico en una lista para que te hagan la prótesis dental y luego te llaman…. solo que ese luego nunca baja de los 6 meses, y la mayoría de las veces tienes que esperar hasta más de un año… para ese entonces casi todo el mundo ya ha pagado los 600 pesos MN que vale mandar hacerla con un odontólogo de forma ilegal… ¡porque los guajiros cubanos serán duros, pero oiga, tampoco pueden masticar con las encías peladas….!
aunque en ninguna parte del texto pongo que nuestros guajiros están “muertos de hambre”, puede saber que yo pienso que el hambre existe en los campos de Cuba, acaso con más notoriedad que en las ciudades. Y ni hambruna africana ni falta de pan a lo europeo…: hambre. Lo de “verdadera desolación” sí, lo firmo, es quizás el panorama que mejor le acomoda al campo que llevo en mi mente. Claro que si usted tiene en la suya otro campo cubano es libre de pintarlo a su antojo en este o en su propio blog, a ver qué piensa la gente.
izmatopia 2:37 pm el 12/06/2013 Enlace permanente |
Yo tengo
yamadharma1 3:48 pm el 12/06/2013 Enlace permanente |
Tal parece que el director de arte de Tierras de fuego jamás puso sus pies sobre los fangos de un municipio cualquiera del interior de Cuba
No dudes que así sea. Y a todas estas, ¿de qué va la serie y para que se necesita tanto glamour campestre inexistente?
100 % Gusan@ 12:38 pm el 13/06/2013 Enlace permanente |
Buenísimo y sí, es tétrica la cosa en los campos y pueblos del interior.
Basta con ver Labana para imaginarse el resto.
Otra cosa, el Palmarito real debe oler a mierda de puerco porque los guajiros reales tienen el puerco en el mismo patio de la casa y la mierda se va filtrando hasta contaminar todo el manto freatico.
La mayoría de los guajiros reales no tienen finca sino que son «disponibles» de la industria azucarera, de la pesca o del Minagri.
claudinhoexplosivo 10:15 pm el 13/06/2013 Enlace permanente |
Alejo la novela no está mal que sea así, es que le estamos pidiendo que cumpla el papel de la prensa que tú tanto has abordado.
Diavolo 7:44 pm el 14/06/2013 Enlace permanente |
Magnifico posteo, pero mas magnifica aun la foto que lo ilustra — una imagen que recoge la quintaesencia del guajiro cubano y en cierto modo de la Cuba que amamos y extrañamos quienes vivimos lejos de ella
No puedo decir por que, pero me conmueve hasta el tuetano.
S. María 11:41 am el 17/06/2013 Enlace permanente |
Magnífico post, estoy fascinada con el blog. No vivo en Cuba y no conozco la novela, si conozco de la vida del campesino cubano pues la viví y aún sigo al tanto, por la finquita de mi familia, donde viven mis seres queridos, históricamente la vida allí ha sido de mucho trabajo duro, de sol a sol, desde 1959 ha habido mucha imposición de siembra esto o aquello, sin importarle a los «expertos» para que es buena la tierra, mucho ataque y abuso de todo tipo por parte del estado para que entren en la cooperativa, pero lo más asombroso y terrible, al menos para mi, es que los hombres de la familia tengan que turnarse para hacer guardias nocturnas pues si no lo hacen les roban hasta la ropa con que duermen, les matan de forma cruel los animales, arrancandoles las extremidades y dejando que se desangren, algo nunca visto, ni dormir ya pueden. Esto es algo relativamente nuevo que han tenido que hacer para sobrevivir. Me pregunto, sale esto en la novela? Y como pienso que no, comento también que la novela de TV se hace para que los que las ven escapen de las realidades, pero para lograr esto no creo necesario exagerar la mentira.
ana 1:18 pm el 17/06/2013 Enlace permanente |
un ejemplo de novela que si era más cercana a la realidad fue Tierra Brava!….
Alexander 6:34 pm el 16/04/2014 Enlace permanente |
Men, evocaste mis tiempo de Servicio Social en Forestal, Santra Cruz del Sur…. Solo que no coincido contigo con lo del hambre. Creo a mi entender, mas hambre (voluntaria o no) pasan en la Habana, que en un Campo de Cuba. Aunque bien sabes que en provincia, siempre se ha comido mejor. Saludos hermanos, para ti y para Gallego, que imagino que siga en la TV.