Tiempos nuevos y viejos
Nuestra generación de niños de fines de los 80 y principios de los 90 debimos rebobinar las cintas de los cassettes con lapiceros si queríamos escuhar música (una vez llegué a ver en una cordelera de mi barrio una cinta lavada y tendida al sol de Los Bukis); que tuvimos que aprender las tablas de multiplicación y a leer y escribir con una chismosa a veces más lamentable que esta que pongo de ejemplo; que los juguetes ahora son caros… pero antes eran «racionados», y si eras niño y te tocaba una castañuela rosada, o niña y lo que quedaba en almacén era un camión de bomberos, no podías quejarte porque enseguida alguien te recordaba que los niños de la Sierra Maestra no tenían ni siquera eso; que nos pasábamos tiempo esperando a que repartieran algo, con los talonarios guardados en un lugar seguro de la casa. Igual en esos años aún quedaban algunas «delicias antiguas» como la carne soviética prensada, y como el jugo de mango Taoro, cuya latica no era de aluminio y pesaba una tonalada, además de saber a yerro.
Las nuevas generaciones se quejen cuando tienen un falso contacto en el manos libres del teléfono móvil, cuando se les va la electricidad 7 minutos, cuando la mother board o la RAM no les permite correr el clásico «Assesin», cuando deben hacer una cola de 10 personas en un cajero automático, o cuando el refreso Tu-Kola no está todo lo frío que quisieran. Esto es natural, sus problemas son otros pero existen, con tanto derecho válido como los problemas que nos martirizaron a nosotros en otros años. Negarlo es un síntoma de vejez, y no solo de vejez, que ya de por sí es bastante lastimoso, sino de vejez arrogante, de experiencia equivocada y decadencia mental.
Ya lo dijo Heráclito o algún otro barbudo descalzo que ensañaba «el poder de la virtud y la verdad» y otras cosas obvias en la Antigua Grecia: las cosas cambian inevitablemente, lo único imposible es que permanezcan siempre del mismo modo.
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Mirelys Munoz 6:11 pm el 20/09/2012 Enlace permanente |
Realmente disfruto mucho tu blog Alejandro, es simpre refrescante, gracias. 🙂
Chely 7:10 pm el 20/09/2012 Enlace permanente |
Nunca te bañarás dos veces en un mismo río, sabio Heráclito, algo me dejaron las clases de filosofía, pero cierto, todo cambia y mucho, me reí cantidad con lo de las cintas de los bukis, qué ocurrente, jajaja
Reynaldo 9:48 pm el 20/09/2012 Enlace permanente |
Mijo y que edad tu tienes?. Eso lo vivi yo pero tu uhhhh?
Mar 7:18 pm el 21/09/2012 Enlace permanente |
Ahora los problemas son otros… las generaciones no son las mismas. Ya nadie va al parque a montarse en los columpios… se van a jugar play.
alejandro 7:07 pm el 07/11/2012 Enlace permanente |
dios, yo no se lo que es play…..