Un pollo con los muslos de ESTE tamaño…

La avutarda es un pajarraco grande, europeo. Un poco menos torpe que el avestruz, grazna con más elegancia.

Pasó en algún momento de los años más cabrones del período especial: en un barrio cercano al mío- de mala y similar reputación- alguien decidió que estaba bueno ya de tanta metralla*, y procedió a la aventura de robarse el avestruz del zoológico de Camagüey, con el claro objetivo de comérselo en familia.

La empresa fue todo un éxito hasta el punto de sal del fricasé. Quisera tener detalles como las peripecias de la entrada del caco a la instución animalesca, la captura, trasado y ulterior muerte del bicho, pero fabular aquí sería faltar a la realidad porque no he tenido acceso a los archivos policiales. Acceso tuve, en cambio, a las viejas chimosas del barrio en cuestión, que con matices y desvaríos más o menos semejantes, coincidieron en patentar la siguiente versión de los hechos posteriores:

A la mañana siguiente todo el mundo en la calle sabía que se habían robado el avestruz del zoológico, pero nadie sabía quién. Entonces el niño de la casa, muy contento y satisfecho de la exótica comelata, pero a la vez lloroso y colorado por las burlas de sus amiguitos, le juró a la maestra de la escuela que sí, que era verdad, que en su casa se habían comido un pollo con los muslos de ESTE tamaño, con lo cual contribuyó definitivamente a la captura del ladrón del avestruz.

Todo el mundo sabe que los niños y los locos siempre dicen la verdad: a los primeros los educan, y a los segundos los atontan. Por tanto, si usted tiene un niño o un loco en casa no se robe un avestruz, y si de todas formas se lo roba, entonces dele huevo con arroz para cenar.

*metralla: plato típico de los años más cabrones, elaborado a partir de cáscara de plátano molinada, que simula a la vista el picadillo de carne.