A la Belleza Latina… déjala tranquila…

Aunque a simple vista parezcan shows televisivos totalmente opuestos, son muchos los puntos de contacto entre Nuestra Belleza Latina, de Univisión y El Selecto Club de la Neurona Intranquila, de Cubavisión. Así quedó demostrado en un reciente estudio socio-sico-dramatúrgico-productivo, realizado por fumados y rebeldes sin causa estudiantes con dreadlocks del ISA (Instituto Superior de Arte) y la escuelita rural de cine de San Antonio de los Baños. A continuación las conclusiones del informe:

Primero: Ambos programas tienen por objetivo demostrarle a la gente normal cuan defectuosos e inferiores son, por dentro y/o por fuera.

Segundo: Baudilio Espinoza y Osmel Souza tienen mucho más en común de lo que ellos mismos creen: coinciden en edad, nivel de atractivo físico y arrogancia pública, aunque el primero intenta disimularla en esporádicas y pesadas auto-burlas puestas a la cañona en el guión. Asimismo, los investigadores descubrieron otras características comunes entre las personalidades de ambos actores: cuestiones asociadas al color preferido para el cepillo de dientes, etc.

Tercero: Lupita Jones y la otra buenísima presentadora tienen el mismo coeficiente intelectual que los personajes femeninos regulares de la Neurona Intranquila: las primeras tienen la ventaja intelectual de saber cómo manejar una pantalla táctil de última generación, pero se anula porque las segundas, en cambio, son capaces de cocinar y trasladarse por sus propios medios.

Cuarto: Los concursantes de ambos shows hacen un despliegue excesivo de autoestima (llamado “garras” en uno y “agilidad mental” en otro) muy parecido a la soberbia y la petulancia. Sus diferencias básicas radican en cuestiones como la prominencia glútea y el por ciento del cerebro en uso.

Quinto y último: Los regalos: 250 000 dólares en el escenario de Univisión es más o menos lo que hace falta en el escenario de Cubavisión para comprar novelas de lento movimiento, llaveros y gorras del CENSEX, collares anti-pulgas para perros, botellas decoradas y cuadros originales de pintores y soperos habaneros.

Como única diferencia significativa entre ambas producciones los investigadores identificaron la voz en off de Marlon Marlon, y la comodidad de las sillas del público en un caso y de los “in-comodines” en el otro.

El estudio concluye recomendando que “un programa realmente interesante sería uno que pusiera a las buenotas maquilladas de la Belleza Latina a responder preguntas de la Neurona Intranquila y a los espejueluses universitarios de este último a desfilar en tanga por iluminadas pasarelas. De esta forma al menos sería evidente la intención de ridiculizar a la gente normal, gente que en la vida real ni están tan buenas ni son tan rápidas buscando información en sus cerebros.