Yaqui, salto de la suiza y tiro con piedra, nuevos deportes nacionales
En las vacaciones se revuelve el deporte de barrio. Ya hemos visto, hoy mismo por ejemplo, como el equipo de voleibol masculino hizo una alta demostración internacional en este sentido.
Algunos muchachos le caen a patadas a pelotas desinfladas, e intentan colarla entre dos medios ladrillos que hacen el papel de porterías. Otros prefieren jugar al “taco”, versión light del béisbol que solo necesita un trozo de palo de escoba para batear y un pomito de polivit achatado como pelota, nada más, generalmente este desporte tampoco necesita zapatos, camisas, gorras y guantes. Eso sí, implica una vista del carajo.
Las hembras y los malos, en cambio, juegan al quiquinbol callejero – esto significa que las pelotas también están desinfladas y que no llevan el gorrito ridículo del deporte oficial–. Ocasionalmente juegan igual voleibol, en círculos y sin net—lo cual aclara muchas cosas sobre la actuación de los pasadores del equipo nacional–, o con una soga o cable de teléfono tendido de una ventana a otra en la acera contraria.
Asimismo aún quedan unos pocos que se divierten con desportes de mesa como el parchí, el juego más aburrido jamás inventado. Se dice que investigadores de una escuela primaria de Matanzas descubrieron que para jugar parchí solo se necesita saber contar hasta el 12, y la condición excluyente es que el jugador no puede padecer ataxia. De mesa igual se juega al fútbol- clavo, que consiste en intentar colar con los dedos un medio Moneda Nacional por una hendija de madera en una tabla llena de clavos que imitan a los jugadores del deporte oficial. Esta es la principal utilidad del medio MN, aunque hay quién lo usa igual para forrarlos de tela y adornar los muebles de la sala, porque los botones salen más caros.
Los deportes acuáticos son menos visibles porque los barrios en Cuba no están rodeados de mar. Algunos deportes acuáticos son una verdadera pérdida de tiempo. El clavado por ejemplo: se sube, se tira, nada y sale, se sube, se tira, nada y sale, y así hasta que se va la señal y entonces ponen al comentarista hablando de pelota o atletismo.
Este no es el único deporte aburrido que hay. La esgrima da grima también. Para mí lo más entretenido de esta reliquia de otros siglos consiste en tratar de anticiparme al movimiento del cordón que trasmite las señales del punto, porque el resto es bastante invisible, hasta que se va la señal y sale el comentarista hablando de boxeo y canotaje.
La equitación es el rey de los deportes mongólicos: ¡Que linda la niña en su caballito tan rectica! ¡Mira como trota y trota, qué bien, y se rie… sabe reirse, y el caballo sabe saltar!. Yo no sé nada de equitación… bueno, lo habrá notado ya…, pero no me negará que es un espectáculo guanajísimo.
Los deportes en general son caros e improductivos, pero estos han llegado al límite, y que conste que no lo digo por los últimos descalabros del deporte nacional.
Mar 7:49 pm el 18/07/2011 Enlace permanente |
Me parece Alejo, que a veces subvaloras algunos deportes.
Por ejemplo:
Yo practiqué equitación de pequeña y era lo mejor del mundo, la libertad que se siente corriendo por el campo y saltando obstáculos es incomparable, además de que debía tener cuidado ya que a veces el caballo no quería saltar y la que saltaba de la silla era yo. La equitación me hacía feliz.
No sé si en algún momento hayas practicado alguno de los deportes mencionados anteriormente, me parece, por tu manera de describirlos, que no. Recuerda que lo que para ti puede ser muy aburrido a veces, para otras personas, no.
Por cierto, anímate a escribir un post dobre ti, a ver de qué me entero.
alejo3399 5:59 pm el 22/07/2011 Enlace permanente |
Eso creí que hacía cada vez que posteaba algo…jeje. Yo solo practiqué karate de chiquito, pero lo dejé a la primera patada en el estómago, supongo que razoné que no había nacido para entrarme a trompones con nadie, y menos así, por gusto. También hice tennis de campo, pero sin raquetas ni pelotas– solo había una pareja y el profesor no la soltaba– era un poco aburrido. El béisbol no me gusta, el atletismo tampoco, y si de mí dependiera, prohibiría todos los deportes de combate… al final fíjate como ha quedado el Coliseo romano y todavía la gente paga por ver a otros dándose trastazos (por cierto en la esquina de mi casa hay una escuelita que no tiene ni área metodológica de exploración, pero no falta el ring de boxeo… y no creo que abunden allí los guantes acolchonados) siempre que le hablo de mi anti-bronca a algún socio me dicen pendejo. Me gusta el fútbol europeo, y el dominó sencilllo.