El fin de año duele a compras…
Según Silvio Rodríguez el fin de año huele a compras, pero en la Guernica el único olor que se siente – con muchas excepciones, claro- es el del humo que sube de la combustión de la grasa del puerco cuando cae sobre las brasas del carbón encendido. A Silvio se le perdona porque él sueña con serpientes, con unicornios, escaramujos y otros raros animales, y en medio de tanto onirismo…Una vez en la casa quisimos cambiar las cosas el 31: asamos 8 o 10 pollos porque éramos como 15 y no fue lo mismo. Debimos esperar otros 365 días para matar las ganas de los olores de otros patios. Creo que eso fue cuando el cambio del milenio. Yo estaría terminando la secundaria y se me ocurrió simular en el barrio la lluvia de serpentinas y papelillos brillantes que siempre llueven a las 12 de la noche en las fiestas de las películas.
Acumulé los desechos de la ponchadora de papi, los metí dentro de tres condones inflados y para el techo: a las 12 los reventé, mientras la gente tiraba los cubos de agua “pa’ botar lo malo”, y ni uno solo soltó los papelitos con el efecto previsto ¡Menos mal que no se me ocurrió simular aquello de los fuegos artificiales o hubiera quemado algo, seguro!
El otro incidente notable de fin de año en el barrio, que se pueda contar a púbico abierto, fue el de Humberto y la planta desconocida. Humberto es el que hace las caldosas los días 28 de septiembre desde que falleciera el encargado anterior, todo un maestro caldosero que no supo legar su arte a las nuevas generaciones. El caso es que en la casa de Humberto también asaban un puerco, y le encomendaron buscar algunas hojas de guayaba para darle unos gajazos al lechón y que cogiera ese sabor especial. Como se cae de la mata Humberto que a parte de haber tomado, es medio distraído, distraído y medio, trajo cualquier otra cosa y le cayó a matojazos al puerco sin preguntarle a nadie. La peste de la yerba quemada asustó a todo el mundo, pero al final el puerco quedó tan normal. En el barrio todo el mundo prueba el puerco de todo el mundo… la cerveza sí se comparte con ojo menos dadivoso.
Además de Polo Montañés, el puerco es la única constante del 31. Yo me imagino a gente de río asando jicoteas, o una jutía al pincho, sopa de Majá de Santamaría, y qué va… no es lo mismo; claro que tampoco es lo mismo cenar mariscos, faisanes, caviar… la tradición se te sienta en la silla turca y no hay Dios ni primer mundo que de allí la saque, y si no me cree pregúntele a aquel cubano en Alaska, que descuartizando su gorda foca recuerda hasta el grito que se embotellaba aquí para enero, febrero, marzo…
Ramon Bello 3:36 pm el 03/01/2011 Enlace permanente |
Ale,
No puedo menos que reirme con tus cosas. Leerte es un oasis lleno de ese choteo cubano y a la vez le das un tono de seriedad a lo comico. Sobretodo es bueno pues pones a pensar a los lectores acerca de situaciones y tradiciones de las cuales por mucho que tratamos de cambiar o innovar permanecen inalterables.
Que en este 2011 puedas escribir mas y con una mayor motivacion. Ramon Bello.
alejo3399 4:44 pm el 03/01/2011 Enlace permanente |
Ramón de nuevo te agradezco por leer este blog y dejar tu impresión… si tuviera un premio al lector más fiel sin dudas tendría que dártelo a ti. de momento solo te dejo la certeza de que después de mí tú eres el que más ha escrito en el Alejo3399. Un abrazo y mucha suerte y salud en el 2011.
Ramon Bello 4:57 pm el 03/01/2011 Enlace permanente |
Ale,
No sabia que podia competir por ese premio pero me da alegria saber que puedo hacerte sentir bien como amigo que eres respecto a lo que escribes. Como te dije una vez lo que haces al escribir no es una tarea facil sino que es un proceso en el cual la persona se involucra por entero.
Y pido que las situaciones del diario vivir no te aparten de hacerlo y lo mas importante que es el de hacerlo lo mejor posible.
Lo mejor para ti y los tuyos. Ramon.
Enrique 3:07 pm el 05/01/2011 Enlace permanente |
Alejandro: En esta época, la cena del 31 puede tomar dos caminos: uno de asar, si tienes un buen equipo de cuatro patas que acoplar a la vara, o uno de azar, que es cuando no tienes puñetera idea de qué vas a degustar, o a disgustar, ese día. Yo, por ejemplo, que para la fecha tenía mi refrigerador como el océano glaciar Ártico sin cambio climático, tuve la suerte de que unos buenos amigos me invitaran. Por suerte, todavía esa es nuestra mmejor tradición para cualquier fecha: contar al menos con un amigo.
Enrique 6:57 pm el 05/01/2011 Enlace permanente |
ya, diste en el clavo: esa es la única tradición que vale, lo demás, se ase o no, pasa… y sube el colesterol.
Pepe 6:26 pm el 06/01/2011 Enlace permanente |
Acabo de «ver» muchos paralelos maravillosos entre las ideas y de la vision de este ensayo tuyo sobre el azar y el asar…con la pelicula del 1951, MILAGRO EN MILANO de Vittorio de Sica. Puedes conseguirla en El legendario?
alejo3399 3:38 pm el 10/01/2011 Enlace permanente |
Trataré, milagro en milano, de vottorio de sica, vamos a ver si aparece en alguna videoteca de acá del legendario… gracias por comentar.
JAFES 3:30 pm el 26/12/2011 Enlace permanente |
Felicidades: por el fin de año y por el post, cuando te visite en enero te voy a llevar un pedacito de carne de cerdo sacrificado y asado por mi mismo, por primera vez, claro, si logro matar al cerdito, porque le he cogido un cariño……
alejo3399 4:25 pm el 28/12/2011 Enlace permanente |
dile a yaima que lo mate ella, a ti te recomiendo que te vayas pa la sala y pongas bien alto el tv… un abrazo y pásala bien.
Piter 5:45 am el 17/09/2012 Enlace permanente |
Saludos
Buena fotografía, no se cual de los dos puerquitos me comería primero